miércoles, 2 de mayo de 2012



Ser bilingüe 'aumenta la potencia del cerebro'
Fuente: http://www.bbc.co.uk/news/health-17892521
Aprender un segundo idioma puede aumentar la potencia del cerebro, creen los científicos.
Los investigadores de U.S. de la Universidad Northwestern dicen que el bilingüismo es una forma de entrenamiento cerebral.
Hablar dos idiomas afecta profundamente al cerebro y cambia la forma en cómo el sistema nervioso responde a los sonidos, según revelaron las pruebas de laboratorio.
Para el estudio, el equipo superviso las respuestas cerebrales de 48 voluntarios estudiantes saludables - 23 eran bilingües – a sonidos diferentes.
Utilizaron electrodos de cuero cabelludo para rastrear el patrón de ondas cerebrales.
En silencio, las condiciones de laboratorio, ambos grupos - los bilingües y los estudiantes de sólo habla inglesa - respondieron de manera similar.
Pero contra un telón de fondo de parloteo ruidoso, el grupo bilingüe fue muy superior en el procesamiento de sonidos.
Fueron capaces de sintonizar mejor la información importante - voz del orador - y bloquear otros ruidos molestos - el parloteo de fondo.

Beneficios 'Poderosos'
 Y estas diferencias fueron visibles en el cerebro. Se acentuó las respuestas del tronco encefálico en los bilingües.
"Parece que los beneficios del bilingüismo son especialmente potentes y amplios y que incluyen la atención, la inhibición y la codificación de sonido".
Los músicos parecen obtener un beneficio similar cuando ensayan, dicen los investigadores.
Investigaciones anteriores ha sugerido también que ser bilingüe podría ayudar a alejar a la demencia.

sábado, 8 de octubre de 2011

PRINCIPIOS METODOLÓGICOS 2. Individualizar la enseñanza.

Kumon es un programa individualizado, apto para todas las edades y todas las capacidades. Los alumnos asimilan los conocimientos de formas distintas, por tanto cada uno progresa a su propio ritmo y sólo avanza al siguiente nivel u hoja de ejercicios cuando ha dominado completamente lo anterior. Factores como el tiempo en el que el alumno realice la tarea diaria, el tipo de errores cometidos y cómo afronta la resolución de estos errores ayudarán al profesor a decidir el material que mejor se ajuste a las necesidades del alumno. De esta forma conseguimos mantener a cada uno en el nivel adecuado a su capacidad y progresando a su propio ritmo.

PRICIPIOS METODOLÓGICOS 1. Punto de partida fácil

El primer paso para individualizar la tarea del alumno es la realización de un test para determinar el nivel de conocimientos real, sin importarnos la edad o el curso escolar en el que está. Esto nos va a permitir asignarle un punto de partida dentro de nuestro programa que le resulte sencillo, de forma que podamos potenciar desde el principio la autoconfianza y el hábito de trabajo diario. Además, este punto de partida fácil es fundamental para asegurarnos que no existen lagunas en los conocimientos básicos del niño.
La manera más eficaz de obtener el máximo rendimiento en los programas de matemáticas o lectura es partir de un interés y una motivación iniciales. Comenzar desde un punto de partida fácil, es decir, con operaciones o textos sencillos para un determinado nivel de comprensión, permite que el alumno se interese y se motive.
De este modo, el alumno consigue comprender las operaciones que resuelve o los textos que lee, desarrolla la voluntad de seguir progresando y obtiene un aumento de la motivación y una mejora de los resultados, que a su vez le incentivan para avanzar hacia contenidos cada vez más difíciles.

domingo, 11 de septiembre de 2011

DURANTE LOS MESES DE SEPTIEMBRE Y OCTUBRE HABRÁ 15 DIAS DE PRUEBA GRATIS PARA LOS NUEVOS ALUMNOS

sábado, 9 de julio de 2011

Por qué aprender matemáticas

Ignacio Zalduendo
Para LA NACION
Martes 17 de mayo de 2011
Mientras describo, por ejemplo, la función logaritmo, un alumno levanta la mano y dice: "Profe, ¿y esto para qué me va a servir?".
¿Cómo le explico que la única vez en mi vida que usé un logaritmo fue para elegir mi AFJP?
La pregunta también surge regularmente en cuanto uno menciona el nombre del teorema que se propone explicar. Es una muy buena pregunta. Y no sólo para el alumno, ya que el profesor también debe saber para qué enseña matemática y, en consecuencia, qué ha de enseñar y cómo conviene hacerlo.
Sí, claro, la matemática es muy útil. Es fácil mostrar ejemplos. Sin matemática no habría autos, remedios, teléfonos, encuestas, tomografías... No habría transporte, ni finanzas ni comunicación ni producción de casi nada. Pero la respuesta no es ésa, porque el chico quiere saber para qué le va a servir la matemática a él, no para qué le va a servir al mundo moderno.
Para algunos -los que en su vida profesional se ocuparán del diseño o la gestión de las actividades mencionadas arriba-, la respuesta es que una parte de lo que están aprendiendo será una herramienta en su quehacer cotidiano o será el sustento teórico necesario sobre el que construirán otras herramientas más especializadas. De éstos, a los más creativos la matemática les resultará más útil por aquello de que uno termina echando mano a lo que sabe, y cuanto más sepa, mejor.
Pero hay otra parte de la respuesta sobre la utilidad de aprender matemática que debería ser aplicable absolutamente a todos, y reside en el poder formativo que tiene su estudio. Aquí no se trata de descubrir la pólvora: Platón exaltaba ese poder formativo en La República.
Consideremos el siguiente testimonio: "Finalmente me dije: jamás seré abogado si no entiendo lo que significa demostrar; dejé Springfield y regresé a casa de mi padre, donde permanecí hasta que pude demostrar cada Proposición de los seis libros de Euclides. Entonces supe lo que significa demostrar, y volví a mis estudios de leyes". Abraham Lincoln llegó a ser mucho más que un buen abogado, y aunque no afirmo que fue porque estudió a Euclides, lo cierto es que cuando uno lee sus cartas y discursos percibe claramente una mente con una sólida formación matemática. Más cerca, Manuel Belgrano fue un gran impulsor de la matemática, a la que consideraba "la llave maestra de todas las ciencias y artes".
Se me dirá que mis ejemplos son del siglo XIX y que hoy en día se requieren habilidades distintas. No lo creo. Mirar dos pantallas a la vez mientras se habla de una cosa, se escribe otra paseando los dedos sobre un teclado y se toma una decisión puede ser una habilidad útil para un piloto de caza, pero los demás nos vemos enfrentados diariamente a problemas sutiles y complejos que requieren nuestra atención indivisa y para los cuales tenemos, por suerte, bastante más de tres segundos. "La educación es lo que queda tras haber olvidado todo lo que se nos enseñó", dijo Albert Einstein. Y la matemática, cuando se enseña bien, deja hábitos y habilidades intelectuales básicos, esenciales para cualquier persona y de indudable valor social.
¿Por qué es formativa la matemática? En primer lugar, por su estructura lógica. Para hacer matemática (demostrar algo, resolver un problema) se necesitan muy pocos conceptos, pero bien definidos y que se han de manejar con un discurso razonado y despojado de prejuicios. Será importante distinguir lo esencial de lo accesorio, buscar analogías, cambiar el punto de vista y captar relaciones escondidas. Todo esto ha de producirse dentro de una frontera delimitada por reglas claras. Reglas que no admiten doblez ni excepción.
En segundo lugar, por la creatividad que fomenta. Porque dentro de esas fronteras bien delimitadas que acabo de mencionar reina la libertad más absoluta. Vale todo. Sobra lugar para la imaginación y la creatividad (hay, por dar un ejemplo, más de 350 demostraciones del Teorema de Pitágoras). Nos guiamos por nuestra intuición y sentido estético. Así, la matemática es personal. Tanto que no pocas veces, cuando se lee un teorema se adivina la mano del autor tal como se adivina al pintor cuando se mira su obra.
En tercer lugar, la matemática obliga a la honestidad. Es difícil engañar a otros sin engañarse antes uno mismo, y en matemática esto simplemente no se puede: los desvíos, las falsedades, no encuentran lugar. Existe la posibilidad de error, pero esos errores nos explotan en la cara. La cuenta da lo que da, y si no nos gusta el resultado habrá que reconocer que tiene una existencia propia que escapa a nuestra preferencia y a nuestra voluntad.
En cuarto lugar, la matemática enseña paciencia, tenacidad y la aceptación de los tiempos humanos. Las máquinas son muy rápidas, pero ninguna piensa ni puede generar una idea. Para eso hace falta sopesar alternativas, dejarlas decantar, encontrar un camino, seguirlo y, cuando falle, buscar otro. "Que venga la inspiración no depende de mí. Lo único que puedo hacer es asegurarme de que me encuentre trabajando", decía Pablo Picasso. Lo mismo enseña el hecho de enfrentarse con un buen problema matemático.
Por último, la matemática nos hace humildes. Porque en ella encontramos todos, tarde o temprano, los límites claros de nuestra fuerza y habilidad. Límites que se podrán superar con tiempo, esfuerzo y estudio ¡y esto también es formativo! Pero siempre para encontrar, más allá, nuestros nuevos límites.
Discursos razonados, reglas claras sin excepción, libertad dentro de la ley, creatividad, honestidad, paciencia y humildad no son cosas que nos estén sobrando hoy a los argentinos. Así, llega la respuesta a la primera pregunta: "Esto te va a servir para ser más humano, mejor ciudadano y mejor persona".
© La Nacion
El autor es matemático, investigador del Conicet y vicerrector de la Universidad Torcuato Di Tella

lunes, 28 de marzo de 2011

Escondite Matemático

El "Escondite Matemático" es un juego didáctico para practicar cálculo. ¡¡Si encuentras el muñeco escondido significa que has acertado el cálculo!!. Este juego es apropiado para niños de 6-9 años.

http://www.vedoque.com/juegos/juego.php?j=escondite