sábado, 8 de octubre de 2011

PRICIPIOS METODOLÓGICOS 1. Punto de partida fácil

El primer paso para individualizar la tarea del alumno es la realización de un test para determinar el nivel de conocimientos real, sin importarnos la edad o el curso escolar en el que está. Esto nos va a permitir asignarle un punto de partida dentro de nuestro programa que le resulte sencillo, de forma que podamos potenciar desde el principio la autoconfianza y el hábito de trabajo diario. Además, este punto de partida fácil es fundamental para asegurarnos que no existen lagunas en los conocimientos básicos del niño.
La manera más eficaz de obtener el máximo rendimiento en los programas de matemáticas o lectura es partir de un interés y una motivación iniciales. Comenzar desde un punto de partida fácil, es decir, con operaciones o textos sencillos para un determinado nivel de comprensión, permite que el alumno se interese y se motive.
De este modo, el alumno consigue comprender las operaciones que resuelve o los textos que lee, desarrolla la voluntad de seguir progresando y obtiene un aumento de la motivación y una mejora de los resultados, que a su vez le incentivan para avanzar hacia contenidos cada vez más difíciles.

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